martes, 14 de diciembre de 2010

Caótica realidad

 

Hoy hago un giro de 90 grados en este blog , estoy preocupada, indignada, consternada y todos los adas que se les pase por la cabeza. Lo que está ocurriendo con las tomas es terrible, tengo la sensación de estar viviendo en tierra de nadie,  y para colmo de males se quiere apagar el fuego con nafta.

Donde hay una necesidad, hay un derecho, ¿lo hay? ¿hasta dónde llega ese derecho? ¿qué me habilita a conseguir ese derecho para mitigar mi necesidad?. Pongamos por ejemplo un caso extremo que casi raya en lo bizarro, alguien necesita una ablación, hay una necesidad y eso crea un derecho, entonces, ¿eso me habilita a quitarle el órgano a otra persona?  Tengo la necesidad y por tanto el derecho que me avala, por lo que mi conducta sería totalmente lícita, ¿no?.

Entonces, ¿no les parece una frase un tanto peligrosa y poco feliz? Hay que tener cuidado con lo que se dice, se puede llegar a confundir y mucho.

La causa “Medular” de la toma es tener una vivienda digna,  me pregunto, ¿vivir en una villa, hacinado en una habitación sin tener cubiertas las necesidades mínimas, es digno?. En mi opinión, no, sólo es  es un parche mal hecho. Ni la Constitución, ni ninguna Convención Internacional avalarían semejante despropósito.

El gobierno esta paralizado, desconozco si no pueden, no quieren o si su capricho no los deja ver la realidad. Tal vez la petrificación se deba al no querer perder un voto o a la ambición de querer ganarlo. El costo una vez más va a ser enorme, para todos.

Honestamente, no estoy de acuerdo con la toma, no me parece la manera, se están vulnerando derechos adquiridos en nombre de una “Necesidad” que ni siquiera sabemos si es real.

Soy nieta e hija de inmigrantes,  considero que deberíamos tener una política de inmigración seria, como todos los países serios, eso no es xenofobia, es ver la realidad que nos rodea, la caridad bien entendida empieza por casa. Mis abuelos y mi padre vinieron a “Hacerse la América” trabajando, pagando impuestos y haciendo sus aportes jubilatorios , no recibiendo un subsidio y ocupando terrenos. De ellos aprendí que todo se consigue trabajando, no hay otra manera. Afortunadamente somos muchos los que pensamos así, y vamos a trabajar todos los días  a pesar de huelgas, cortes y piquetes que compliquen nuestra vida.

Hay que recuperar la cultura del trabajo, tenemos que enseñar a pescar y no regalar  pescado, regalando sólo se consiguen clientes.

Ojala prime la cordura y todo se resuelva en paz y con dignidad.

Besoo

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