jueves, 9 de diciembre de 2010

Ignumerancia

 

Para serles sincera, tengo una especie de tara con los números  desde chica, no es algo que devino con el correr de los años,  sino  un hecho inexorable de la vida, por lo menos de la mía.

Mi relación con ellos es de lo más compleja, los doy vuelta, los cambio, no me gustan los números impares, entonces los reemplazo por números pares. Si te lo ponés a pensar es muy complicado, pero mi mollera lo hace solita. Rara vez recuerdo un número de teléfono, de departamento o una  dirección. Sí recuerdo las fechas, y los años, esa es una de mis particularidades.

Cualquier operación matemática es una epopeya, si no tengo disponibles mis dedos, estoy muerta. Si, sumo con los dedos, y a mucha honra, me lo enseño a hacer la señorita Mirta en primer grado, y todavía lo sigo haciendo, y de eso  hace …, bueno eso no importa, piensen en el orgullo que sentiría mi maestra si supiera que  sigo aplicando sus enseñanzas.

Suelo decir en mi defensa que no tengo hemisferio izquierdo, y sí, puede ser, algunos nacen con un dedo de más, o uno de menos, o con muchos pelos, o no sé, con cosas de más o de menos, eso se da en la naturaleza. A mi la naturaleza no me puso un hemisferio, tampoco le voy a iniciar una demanda.

Así que, ya saben, si quieren evitarme un papelón, delante de mí no se trata el tema numerístico, y mucho menos esperen que les controle el vuelto.

Besooo.

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2 comentarios:

  1. mucho motril. pues yo hubo un tiempo que me daba por sumar los números de las matrículas de los coches, ya era obsesivo jajaj

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  2. Pero divertido, claro, a mi no se me ocurre hacer nada con numeros, solo sufrirlos jajaajjaja
    Besuu

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