viernes, 11 de marzo de 2011

Lloran los aires

 

Gotas caen sobre mí. Lo extraño es que las veredas están mojadas sólo en ciertos sectores. Sin prestar mucha atención sigo mi camino. De repente un gotón enorme cae en medio de mi hueco cráneo, haciendo un vibrante  "tuccc"  que me trae como una latigazo  a la realidad.

Una vez allí me dí cuenta de que traía puestos mis  "agentes protectores contra la fotofobia" (léase lentes de sol). Pensé lo  ridícula y desubicada que debía  verme con los lentes puestos bajo  la lluvia. Pero internamente sentía que algo no encajaba en la composición hecha por mi atención dispersa.

Entonces elevé mi mirada al cielo y, por lo que podía verse de él a través de edificios, árboles y cables, estaba de un color cerúleo brillante, limpio, inmaculado, sin un cirrus, ni un cumulus limbus, ni media nube, ni siquiera un ovni. Nada de nada. Al menos en el cachito que podía ver.

¿Pero qué producía ese extraño fenómeno? ¿Habrá sido una o varias nubes pasajeras? La idea me pareció un tanto loca. Imaginé varias nubes negras en la cuadra, en distintos sectores, dejando su marca húmeda sobre la vereda. ¡Imposible! Así que me puse a pensar en algo más terrenal y plausible.

Mi pensamiento, mente y alma formaron un todo a fin de desentrañar el misterio. ¿Qué originaba esa extraña lluvia sectorizada? Era bastante raro. ¿Porqué se producía hasta debajo de los balcones? A menos que fuera lluvia ácida que perforara el concreto pero no mi cabeza, y no estaba pensando en un simbolismo, sino en algo más bien literal.

Todo era muy extraño. Pero este misterio debía tener una explicación lógica. Aunque tal vez sólo se debía a que el aire estaba triste, y derramaba algunas lagrimas sobre nosotros.

¿Podría ser ésta la punta del ovillo? Quizá, y aunque me faltara el ovillo entero, por lo menos tenía más que nada. Puse mi marulo en funcionamiento, y comenzó la tormenta de ideas. Aire, agua, condensación …

Y ahí las ví,  transparentes, insolentes, orgullosas, enrostrándome su húmeda presencia. El misterio de la lluvia sectorizada había sido resuelto.

Me pregunto y les pregunto, ¿hay necesidad de dejar colgando la manguerita del aire acondicionado? ¿Por qué no la ponen regando una plantita? O la juntan para lavarse la cabeza,para bañarse o para baldear, o se la toman o lo que quieran. Se me ocurren tantas cosas que no terminaría nunca de enumerarlas.

Desde hoy comienzo mi campaña. Y al que le moleste que el aire acondicionado le llore encima que se adhiera, será bienvenido. “Por un Mundo sin aires llorones”.

Buen fin de semana

Besooo.

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