miércoles, 8 de junio de 2011

Miércoles de Cenizas

Si bien el calor mata todo, el fuego purifica, y donde lo hubo cenizas quedan. Quedan, se esparcen, el viento las amontona, juega un rato con ellas, las arremolina y las vuelve a esparcir. Por eso llegaron adonde llegaron, y no por sus propios medios.

Las hemos incorporado, son ya parte de nuestro organismo. Fue nuestro sistema respiratorio quien las atrapó desde el aire por el que volaban libres. Algunas todavía siguen volando, y lo seguirán haciendo en los próximos días.

Es así, eso pasa cuando algo explota. Todo vuela muy alto por los aires, y después de algunos momentos de confusión, en los que no se sabe quien es quien, todo se acomoda muy lentamente. En realidad no se acomoda, sino que todo baja, y puede verse lo que quedó, como quedó, y quien quedó.

Generalmente no queda nada ni nadie, cuando estas cosas pasan todos desensillan hasta que amaine, y en general, se mira para otro lado para no confundirse, ni ser confundidos, para no mirar y tener que soportar ser mirados.

Mucha gente teme estas erupciones, nunca se sabe lo que puede pasar, y hasta donde puede llegar. En general todo es incontenible, y lo que toca se mancha. En estos casos es difícil determinar si las manchas, suciedades o salpicaduras se produjeron con cierta antelación, o si son recientes.

A muchos les gusto ir a ver el volcán, lo ponderaron, se sacaron fotos, lo consideraron de la partida, pero, temen ser alcanzados por las traicioneras cenizas entonces intentan eludirlas como sea. Son pegajosas, muy volátiles. Y tengan cuidado, por que mojadas pesan el doble de lo que pesan secas. Se podría decir que son traicioneras y estafadoras, por que no son lo que parecen. Aunque disimulan, no lo hacen tan bien.

Y sí, estas cosas no conocen de hijos ni entenados, frase que siempre decía mi abuela Máxima. No los distinguen, los pueden considerar primero de una manera, y después de otra, lo mismo da. Nadie es igual a nadie, somos distintos.

Las calificaciones, posiciones, amistades y enemistades varían según sea el alcance del peligro ceniciento. Lo importante es que ensucian, son perjudiciales, manchan, todos quieren ponerse a resguardo para permanecer intocados, inmaculados, impolutos.

En algún punto todo se conecta, una cosa trae la otra, y todo tiene que ver,  si no con todo, todo, al menos con algo de todo, y esto no es “para todos, el “para todos” sólo es de ellos. Mi lema es: “Piensa mal y acertarás”. Así que cualquier analogía o similitud con la realidad no es mera coincidencia.

Besooo.

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