domingo, 28 de septiembre de 2014

La nueva cultura

Hacía centurias que no escribía. Los temas me pasaban, superaban y atravesaban. Mi atención estaba como en un partido de tenis, los temas van, vienen, vuelven y no permanecen.

La realidad nos supera y nos exaspera. Robos, secuestros, hurtos, arrebatos y asesinatos. Ladrones hablando por televisión, tratando de explicarnos porque ellos son las victimas. Porque ellos salen a robar…

A nosotros jamás se nos hubiera ocurrido  explicarle  a ellos porque salimos cada día a trabajar. Viajando en colectivos repletos, o en trenes inseguros. Aguantando hasta no dar mas situaciones injustas e inequitativas.

Y no lo explicamos porque es algo natural, algo que mamamos. Esa es nuestra cultura, algo que se transmitió de generación en generación. No lo cuestionamos, es así, siempre lo ha sido. Y siempre lo será…. ¿lo será?

No sé, a veces se me hace difícil creerlo… Sobre todo cuando veo, escucho y analizo lo que pasa. Esta nueva cultura del facilismo, del tomar lo que se necesita. Parece que la necesidad todo lo habilita y lo permite.

La necesidad tiene cara de hereje y en su nombre se cometen herejías. Si se necesita una casa, se toma un terreno y listo. Si se quiere un celular se lo roba, y lo mismo con un par de zapatillas, o una mochila, una imprenta para hacer dinero, terrenos fiscales en la provincia de Santa Cruz para hacer hoteles, o lo que sea. Todo es sencillo e instantáneo.

Esta nueva cultura iguala para abajo, es mas sencillo, es mas justo y parejo. Por eso la nota mas baja es un 4 para que nos niños aprendan a que no deben esforzarse demasiado,  y estudien poquito para no fatigar el seso.

Después, cuando son mas grandecitos, entran a una agrupación política que funciona como una agencia de colocaciones. Ahí aprenden que el merito los hace llegar alto, muy alto. Porque cuanto mas chupamedias son, mas ascienden, y por supuesto más ceros tiene su salario.

No importa que no vayan nunca a trabajar, eso es lo de menos. Siempre habrá algún empleadito de poca monta. Que hace muchos años que esta donde está, y que estudió para estarlo. Pero como no sirve para nada mas que para hacer su trabajo, nunca asciende.

Lo importante no es el trabajo sino el número, la manada, el bulto  que hagan  en los actos.  La incultura los hace dóciles,  obedientes, eso los hace permeables. Ellos son como autómatas que repiten todo cuanto se les indique como si eso fuera la voz de Dios. Es sencillo, no hay mucho que pensar, después de todo, ellos piensan por todos.

Lo importante es defender a los que menos tienen, y por supuesto, defender a los que menos roban. Después de todo… como decía mi abuela:”entre bueyes no hay cornada”.

Ellos tienen derechos y garantías, nosotros somos ejecutados como bestias salvajes por defender a nuestras familias,  lo que tanto costo conseguir, o guiados por la impotencia. Ellos tal vez piensen que son mejores, por que son iguales a ellos, los que no están enterados de nada.

Los que piensan que es mejor negar que asumir, ignorar que conocer. El darse por enterado genera es complejo y costoso. Es mejor mantener una ficción y tapar todo, un vicepresidente chorro y falsificador. Amigos que todo lo tienen y que todo lo tapan.

En ocasiones me avergüenzan las cosas que ocurren en mi país. Como me gustaría que todo cambiara, como me gustaría que  todo fuera mejor. Y que los gobernantes no solo estén a nuestra altura, sino que nos superen.

Seguramente eso ocurra algún día, yo desde mi pequeño bastión de las causas perdidas, no pierdo las esperanzas.

Beshoooo