miércoles, 28 de agosto de 2013

Dicotomía de Miércoles

 

No sé que pasa últimamente, no sé si los miércoles me inspiran, o todo me parece muy de miércoles.

En fin, aun no lo he decidido. Pero el tema que me atrajo hoy, tal vez tenga que ver con esto. Aunque tal vez no. A veces suelo ser un poco ambigua, aunque no siempre.

Como lo he dicho en tantas oportunidades, mi atención es un ente autárquico. Se independiza de mi con más frecuencia de la deseada. En ocasiones me lleva  a lugares inimaginables, maravillosos. Y otras a lugares terrenales que a primera vista, parecen carentes de interés.

Aunque si se los mira bien, y se profundiza en ellos no lo son. A veces mi interés se centra en mis gatos, en su comportamiento.

Parece mentira, pero, viendo su comportamiento pueden entenderse ciertas actitudes humanas. Actitudes que a pesar de provenir de humanos carecen de humanidad.

Volviendo a mis gatos y sus interesantes comportamientos. Uno de sus comportamientos mas habituales es ignorarse.

Opera de la siguiente manera,  se sientan solo a unos pocos centímetros de distancia. Uno mira para un lado y el otro para el otro. Con esa sola actitud el otro desaparece de su universo.

Si no esta en su área de visión no existe. Ven  otra realidad diferente, de la que el otro no es parte. Si no te veo no existís, te ignoro y tan solo por eso desapareces, ese es el mensaje.

Hoy estaba zapiniando y lo que vi me remitió a la conducta de mis gatos. La Televisión pública mostraba la Audiencia Pública por la Ley de Medios. Y el escenario que se había montado para mostrar a la Corte (sin presiones) “lo que la gente opina”. TN en cambio,  mostraba la marcha en Neuquén por el conflicto con YPF – Chevron, por la explotación de Vaca Muerta.

Al principio me causo un poco de gracia, por que reconocí conductas animales en humanos. Pero después me dio un poco de temor.

Porque vi dos miradas enfocadas a dos lugares diferentes que, en definitiva, no eran tan distintos. A través de ellas se nos quería hacer ver dos realidades diferentes.

Esas eran realidades paralelas con algún punto de contacto. Ambas eran ciertas, aunque no del todo. Curiosamente y emulando a mis felinos, ninguno de ellos vio lo que el otro veía, solo veían lo que a ellos le interesaba. Solo veían lo que querían ver, ese universo privado, personal y conveniente.

Curiosamente ninguno de ellos  nos ve íntegramente a nosotros. Solo ven lo que quieren ver, lo que les sirve y conviene.

Besuuuu

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